domingo, 15 de febrero de 2009

La fábula de la mesa y la silla

-Hola mesa, hola compañera. ¿Sabes algo?
-¿Qué sé? Dime que sé, porque siento que no sé nada.
-Me duele verte.
-¿Que te duele verme? Si a mí me duele verte a ti, pero dime por favor a qué se debe...
-Bueno, te diré que tal vez sea un pecado, pero me duele y no al mismo tiempo.
-No he entendido nada... ¿Será que no quiero entender...?
-Me duele ver cómo eres explotada, cómo te manchan, te usan, abusan de ti sin razón.
-¿Qué dices? Corres peor suerte que la mía, estos humanos nada más se posan en ti, pensando que son ligeros cual pluma. Yo sufro pensándolo. Mi compañera de vida no goza de mis derechos, mucho menos de algún privilegio.
-De gozar... Sí gozo... ése es mi pecado, mi pecado eterno.
-Cuéntame...
-Gozo de verte...

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