domingo, 15 de febrero de 2009

Lágrimas y saliva

¿Serán buenos síntomas del sueño?
Y la cabeza fría...
No lo sé, pero me desperté en la madrugada de este modo, y me sorprendió bastante imaginarme en ese estado, me hubiera parecido desconcertante y gracioso al mismo tiempo.
Me desperté de un sueño tan real que pudo haber pasado por una anécdota de mi vida. En realidad no, mis sueños siempre resultan ser bastante largos y bizarros, se juntan muchos elementos.
Y me encanta analizarlos porque al fin y al cabo se relacionan con lo que siento o lo que pasó en el día. Es como una terapia psicológica.

Todavía recuerdo sueños de mi infancia, pero contarlos se vería como un excedente.

Y... Bueno, sólo quería relatar en muy pocas palabras mis pensamientos de insmonio.
Ya lo hice así que...
Nos leemos.

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